viernes, 12 de diciembre de 2008

Miedos irracionales

Dicen que el peor miedo de un escritor es la hoja en blanco. Rara vez en mi vida he escuchado una ridiculez mayor. La hoja en blanco no representa ni por asomo un peligro equiparable al que nos enfrenta, por ejemplo, un tigre de bengala en celo, o una bomba brasilera. Esas son las cosas a las que hay que tenerle miedo. Yo, por ejemplo, le tengo un miedo irracional a los fuegos artificiales. Vos te preguntarás: ¿pero por qué irracional? Si de hecho los fuegos artificiales pueden, mala suerte y mal manejo mediante, arrancarte un brazo, una mano, una pierna, las pestañas, los dedos, o porque no, un ojo. Esa posibilidad debería anular la irracionalidad propia. Bueno, la irracionalidad de mi miedo radica en que este es que su uso materialice ante mi persona la presencia de una polilla. Y las polillas me dan miedo. ¿Doblemente irracional? Si, puede ser, pero por lo menos no le tengo miedo a una hoja de papel.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Me corrijo...

Eso. No votaba un presidente, en realidad votaba un grupo de legisladores que creía capaces de ser un poquito menos mamadera y menos preocupados solo por ganar la próxima elección que por representar efectivamente a los giles que los votamos. Esto que pasó con la ley de salud reproductiva no es exclusivamente una muestra de la sordera autoritaria y megalomaníaca de un policía de la salud, sino que es, además, una clara demostración de lo propensos a la chupada de verga político-piramidal que son los legisladores del partido que YO voté como un iluso, pensando que podían ser un poco más librepensantes/libreactuantes y un poco menos genuflexos. Me equivoqué. En general me tiene bastante irritado todo este período de gobierno del FA, pero hasta ahora no habían logrado que me decidiera a no votarlos de nuevo. Hasta que el líder partidario se cagó olímpicamente en las convicciones de todos sus compañeros y de la gran mayoría de aquiellos que lo votaron, mientras los objetos de su sorete de autoridad no atinaron más que a mover la cola como perritos falderos.
Por eso, y porque gracias a este chupavelas nos perdimos la chance de parecernos, aunque sea por una vez, a aquel Uruguay que era un laboratorio cívico-legislativo ejemplar.

viernes, 14 de noviembre de 2008

No solo pasa en la Florida...

Esto de los fraudes electorales y de votar al presidente que no es el que uno quiere votar, se suponía estaba reservado para países bananeros que necesitaban ser vigilados por las Naciones Unidas en su jornada cívica más importante como se presume de antemano que son Bolivia, Uganda o EEUU. ¡Pero no nosotros! ¿Cuando pasamos por alto esto? Yo pensé que había votado un presidente, no un Papa. Se ve que le erré cual viejo gagá poniendo Bush en la maquinita hace 8 años pensando que votaba por Kerry.

domingo, 29 de junio de 2008

Fuck you mother fucker...





































































La gran manzana...The big apple...caro como la mierda, pero vale la pena. De alguna manera, el tope de la civilización. En el próximo capitulo: Atlanta y Athens...

jueves, 19 de junio de 2008

Bo bo bo bonaroooooo!!!!




Bueno, creo que ya es hora de empezar a devolver algo del viajecito este que recien arranca.
Dsps de una serie de vuelos bastante cansadora, y un viaje en bondi LLegue a Athens para pasar la noche y dejar todo todo el equipaje que pense no iba a necesitar (algunas de esas cosas las necesite de todas formas). La historia musical reciente de Athens debe ser de las mas ricas en cuanto pueblos pequenos, pero eso es algo para mas adelante.
Salir apurado a tomar el bus, elegir el equipaje indispensable y correr hasta la terminal.
Dsps de un viaje corto hasta Atlanta, para cambiar de bus, me bajo en la terminal y espero a cambiarme al que me lleve hasta el festival mas copado que puedo llegar a asistir en este momento. Bonnaroo es en este momento el festival mas grande de EEUU, pero ese dato no es tan relevante como las cosas que estan por pasar.
Desde un viaje de 6 horas con una hippie posta que siguio por diez anos alos greatful dead (chupate esa, Penny Lane!) hasta un paseo en limusina, una charla con el bajista de los Dap Kings, dedo en la ruta, perder mis cosas, recuperarlas, y ver un monton de cosas que me volaron las chapas.
Todo eso, en el proximo capitulo de "mira el hijo de puta este, se va de viaje como un culo roto, seguro que no tiene responsabilidades!"

miércoles, 26 de marzo de 2008

Que noche Bariloche!!!

Todo aquel que me conoce, medianamente bien, sabe que tengo una colección de costumbres y hábitos irritantes. La intención no es, por supuesto, la de fastidiar a nadie, ni nada que se le parezca, pero últimamente me resulta morbosamente divertido ver lo poco que me cuesta sacar a alguien de sus casillas, y sin la mas mínima contemplación, hacerme una panzada con el resultado de mis provocaciones. Toda esta introducción no viene mucho al caso, salvo para explicar, de forma un poco d{iscola, mi nueva costumbre molesta. Esta es la de citar cualquier boludez que me viene a la cabeza cuando quiero decir algo de forma más o menos ocurrente. Entonces, citando ahora a Capusotto y a Alberti (y sobre este fin de semana pasado)...Que noche Bariloche!!!!

lunes, 21 de enero de 2008

lunes, 14 de enero de 2008

Concurso de mujeres sensibles medio boludas que escriben

Yo no me considero machista, ni misógino, ni nada que se le parezca, pero estoy convencido de que evocar la figura de la "mujer sensible" es una redundancia. A pesar de que este pleonasmo de la naturaleza puede resultar un dolor de huevos necesario, para algunos (y para mi tb), son parte importante del combustible que alimenta nuestra inspiración, entre ellas, la sarta de barbaridades que pueden llegar a leer en este blog. Por eso, y porque tengo una de ellas parada atrás mío apuntándome con un tenedor en la nuca, inauguro hoy el concurso de mujeres sensibles medio boludas que escriben. Las bases son las siguientes: ser mujer, sensible, medio boluda y escribir mas o menos bien. Para participar manden su e-mail a este blog y nos pondremos en contacto. Y recuerden, no alcanza con ser mujer, sensible y escribir. También necesitamos de las medio boludas por que en ellas esta la sinécdoque más hermosa.
Hoy, "Nos juntamos una tarde", de mi amiga Andrea de Capurro. Suerte Andrea, ¡la licuadora puede ser tuya!

Nos juntamos una tarde, a tomar café. Estábamos los dos vestidos con colores parecidos, tonos de verde y marrón, como anticipando el otoño que aún no había llegado. Esa era nuestra estación preferida, el otoño. Habíamos aprendido que es mucho más romántico el caer y revolotear de las hojas que el color y aroma de las flores en primavera.

Me preguntaste por mi familia, por mi trabajo, por mis amigos. Yo solo te pregunté cómo estabas, era lo único que realmente me interesaba saber. Nos hicimos un breve recuento de nuestras historias, charlamos sobre temas bastante clásicos, por decirlo de alguna manera. Trabajo, familia, parejas, encuentros, amigos. No mucho más que agregar. Igual no faltaron las anécdotas graciosas, las risas, porque ambos siempre supimos hacernos reír el uno al otro.

En determinado momento surgió un cruce de miradas y el silencio se adueñó de la conversación. Y la pregunta surgió en ambos, por qué, hacía ya diez años habíamos dejado de salir en determinado momento? Quién había tomado esa decisión? Ninguno pudo responderse. Simplemente algo o alguien, que no era ninguno de nosotros dos, había decidido que teníamos que dejar de salir, por motivos que tampoco conocíamos.

Hacía diez años éramos jóvenes, muy atractivos ambos, los dos éramos estudiantes universitarios, teníamos todo y aparentemente eso no nos era suficiente para ir adelante con lo que queríamos en lo referente al amor. El miedo siempre nos ganó, sería que además de todo lo que teníamos, éramos cobardes? Nunca fue una opción que me agradara, pero con el tiempo, fue la única que empezó a darle poco un sentido a todo.

Ese miedo, cobardía y simplemente el no hacer, nos había llevado a desconocer lo que era la felicidad. Pasábamos los días huyéndole, como si esa fuese la forma de encontrarla, que ilusos.

Diez años después los dos teníamos eso presente. El silencio abandonó la conversación, nos sonreímos un instante, evidenciando la existencia de esos pensamientos en ambos y continuamos con otro tema. Hablamos una hora más aproximadamente, nos abrazamos, nos deseamos lo mejor, nos prometimos volver a vernos y nos despedimos.

Y así pasó. Diez años después y con plena conciencia de todo lo anteriormente dicho, nos dejamos ir nuevamente. Otra vez miedo? Tal vez. O quizás así es como nos queremos, así es como nos preferimos, lejos.

Porque sabemos que eso es lo que siempre nos mantuvo unidos, la distancia.

miércoles, 9 de enero de 2008

Del primero hasta el último...

Todos los que no dejan comentarios en mi blog son putos.
A ver si la grandeza de espiríritu, apertura de capocha y las buenas costumbres adaptadas al siglo XXI pueden más. Lo dudo.